Por Sonora Star 
No hay recurso más preciado que el agua. Sin embargo, es uno de los más utilizados, pero también más desperdiciados del mundo.
El acceso al agua potable, tener ecosistemas sanos y asegurar un suministro estable de alimentos son algunas de las cosas que están en riesgo a medida que nuestro consumo de agua aumenta año con año.
Aunque el panorama puede parecer aterrador, en realidad son más las oportunidades que tenemos para cuidar el agua. A muchas personas se les ha enseñado que este solo consiste en reducir su uso, pero existen otros factores que son de suma importancia para reducir el desperdicio.
Para hacerlo, toma nota de las siguientes 10 maneras de conservar el agua en el hogar.
1. Verifica si hay fugas
Un grifo que gotea puede desperdiciar hasta 75 litros de agua al día. Un inodoro con fugas puede desperdiciar 340 mil litros de agua en un mes. Así que saca tus herramientas y cambia las arandelas de tus lavabos y duchas, o compra nuevos grifos sin arandelas. Mantener tu equipo en buen estado es probablemente la forma más fácil y económica de comenzar a ahorrar agua.
2. Instala accesorios para ahorrar agua
Los inodoros nuevos, de bajo volumen o de doble descarga, los cabezales de ducha de bajo flujo, los lavavajillas y las lavadoras de ropa que ahorran agua pueden ayudarte a ahorrar una gran cantidad de agua y dinero al mes. Por ejemplo, los cabezales de ducha que ahorran agua pueden reducir el volumen de agua utilizada a 4.5 litros por minuto o menos.
3. No desperdicies
Esta es quizás una de las reglas más fáciles de recordar. Toda el agua que se va por el desagüe, limpia o sucia, termina mezclándose y contaminándose con las aguas residuales. Trata cerrar la llave del agua mientras te cepillas los dientes, te afeitas o te bañas, y siempre lava la ropa y los platos con cargas completas. Para poner las cosas en perspectiva, echa un vistazo a tu próxima factura de agua, anota la cifra que pagarás y trata de bajar este número el próximo mes.
4. Planta un jardín de bajo consumo de agua
Selecciona plantas nativas, que sean resistentes al clima y que no necesiten mucha agua. Investiga en bibliotecas, internet o con autoridades locales cuáles son las mejores especies de árboles, arbustos y plantas florales para tu localidad.
5. Riega las plantas de noche
Dependiendo del tipo de planta de bajo consumo que tengas, estas suelen regarse una vez cada tres días o incluso una vez a la semana. Cuando lo hagas, intenta hacerlo durante la parte más fresca del día, ya sea muy temprano en la madrugada o por las noches para minimizar la evaporación.
6. Recolecta agua de lluvia
Si es posible, coloca un recipiente o barril en el exterior cuando llueva. Algunos especialistas afirman que el agua de lluvia contiene propiedades especiales para las plantas por su contenido de macronutrientes.
7. Recicla tu agua
Recicla el agua que has utilizado al menos una vez, pero que todavía está lo suficientemente limpia para otros usos. Por ejemplo, el agua de los fregaderos, el agua que sale de la ducha cuando esperas que se caliente, el agua de los lavavajillas y lavadoras de ropa.
8. Lava tu auto con cubetas de agua
Lava tu auto en la sombra y utiliza solo dos cubetas, una con champú y otra solamente con agua. Sumerge el trapo o esponja en la mezcla y cuando termines, remójala en la cubeta que tiene solo agua. Así la suciedad quedará en la cubeta que tiene sólo agua y no la llevarás de vuelta a la del champú.
9. Reporta las fugas
Reporta tuberías rotas, hidrantes abiertos y desperdicio excesivo a las autoridades locales. No temas en señalar el desperdicio de agua de tus vecinos o amigos. Es posible que después de un llamado de atención no vuelvan a desperdiciar el preciado recurso.
10. Cuida lo que tiras por el desagüe
En muchas ciudades, las aguas residuales son tratadas para ser utilizadas nuevamente. No arrojes productos químicos, aceite, medicamentos y otros desperdicios nocivos para evitar que la tarea de tratar el agua se complique, pues podrían regresar de forma diluida en el agua.
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