Por: Nalyn Chablé
Llegó la educación en casa, una nueva forma para desarrollar los contenidos del sistema educativo escolarizado. La situación se lee bien, sin embargo, en la práctica implica una serie de retos donde madres y padres cumplen con sus responsabilidades laborales, ya sea en sus centros de trabajo o desde el hogar.
¿Escuela en casa? Si bien, la mayoría de la ciudadanía no estábamos preparados para afrontar esta situación, es importante acompañar a nuestros hijas e hijos en los procesos de aprendizaje y mostrarles que los conocimientos, habilidades y actitudes son significativos para ciertas etapas de su vida.
Reconocemos, que esta situación es compleja, dado que ahora desempeñamos un rol que requiere habilidades pedagógicas y didácticas que se aplican en un aula de clases, es aquí donde nos convertimos en facilitadores del aprendizaje.
Facilitar el aprendizaje implica un diálogo asertivo con las niñas y los niños, explicarles que esta situación pasará, que papá y mamá también tienen problemas porque hay responsabilidades que cumplir y actividades en casa que realizar, por lo que es necesario establecer acuerdos y organizar horarios.
Para ello, se proponen 5 Estrategias psicolingüísticas para lograr la educación en casa.
1. Diálogo asertivo. El lenguaje nos permite crear escenarios cognitivos que facilitan el quehacer con practicidad, por ello al momento de platicar con su hijo e hija pueden partir del reconocimiento de la situación de forma clara y precisa. Explicarle que mientras pase este momento, papá, mamá o alguna persona cercana estará para apoyar con las tareas o actividades escolares en horarios de mutuo acuerdo, es tiempo de trabajar en equipo.
2. Acuerdos y horarios. Las niñas y los niños son personas inteligentes que tienen claro los límites que se establecen al momento de convenir los horarios, tanto madres y padres de familia cumplen con su jornada laboral, como hijos e hijas actividades escolares. Si en la escuela o colegio ya les han compartido alguna estrategia digital, es importante explorar la plataforma y los contenidos, resolver las dudas de operatividad para facilitar con asertividad y lograr un mejor desempeño en el aprendizaje.
3. Ambiente de aprendizaje. Reorganizar algún espacio físico donde niñas y niños puedan hacer sus tareas, donde tomarán sus clases, esto implica la preparación a través del diálogo y aspecto personal: hijo, hija estoy orgullosa, orgulloso de ti, porque cumples con tus tareas… las palabras de motivación de papá o mamá son la mejor programación la programación neurolingüística. Esto también lleva a comunicar los mecanismos de sanción en caso de no cumplir con los acuerdos.
4. Actitud lingüística. Papá o mamá son facilitadores del aprendizaje, recordando que, si bien los contenidos pueden ser prácticos para las personas adultas, a veces se presentan dificultades al hacer las tareas dado que en casa hay más distractores.
Por ello, es importante mostrar empatía y modular la voz. Cuando un contenido no es comprendido es momento de parar, respirar, tomar agua y poner en práctica el lenguaje positivo: ¡hija, hijo, vamos bien! Eres una niña inteligente, vamos avanzando; es mostrar un acompañamiento consiente con palabras y acciones.
5. Materiales didácticos. El dolor de cabeza para la mayoría de las mamás y papás son las matemáticas, ¿Cómo explicar los contenidos? Aquí es donde la casa se convierte en un laboratorio matemático, en el caso del desarrollo de actividades para segundo año de preescolar el uso de semillas de legumbres, objetos de la casa y papel reutilizable pueden ser útiles para crear cosas medibles y contables. También es posible apoyarse de aplicaciones como sumas y restas
Sin duda, este reto logrado en el proceso de aprendizaje de las niñas y los niños nos trae un aprendizaje significativo familiar y educativo: comunicación, empoderamiento y salud integral.
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