Por Universia 
Imagen / Pexels / Stanley Morales
Acertar en la elección de los estudios universitarios y dónde realizarlos, clave para el futuro profesional de los estudiantes.
Una de las decisiones más importantes que los estudiantes universitarios realizan estos días, es la elección de sus estudios de Grado y, al mismo tiempo, donde realizarlos. Ambos aspectos son relevantes y, en muchos casos, alguno de los dos termina definiendo sus primeros pasos profesionales.
Pese a todo ello, muchos siguen siendo los alumnos que realizan la elección sin una orientación adecuada en materia de contenidos, salidas y demanda en el mercado.
De hecho, tal es el peso de las oportunidades laborales y de futuro, que algunos alumnos ponderan especialmente el lugar donde realizar sus estudios universitarios, dejando de lado sus primeras opciones a cambio de estudiar en lugares con una gran conexión de cara al empleo.
En cualquier caso, y dada la estructura actual del entorno académico y la continua renovación de planes de estudios y aparición de nuevos grados, en algunas ocasiones que, tras elegir unos estudios universitarios, los alumnos se cambien a otro Grado tras un primer año poco exitoso por una primera elección incorrecta, así lo confirma Ignacio Muñoz, Jefe de Admisiones de IEB “hay alumnos que, después de uno o incluso a veces dos años de estudios iniciales en otras universidades, se cambian y vienen a IEB a hacer algo que les gusta más y que tiene más salidas, en la mayoría de las ocasiones por recomendación de antiguos compañeros de bachillerato que empezaron las dobles titulaciones en IEB y que les animan a venir”.
Y es que, en ocasiones, los buenos alumnos se ven tremendamente influidos para elegir Grados con criterios tan poco relevantes en materia profesional como la nota de corte o la exigencia, sin atender a otros criterios como el destino laboral de los mismos. Lo mismo ocurre con la elección del lugar donde realizar dichos estudios, mientras que quizás sería más recomendable priorizar las oportunidades que tendrá luego el alumno graduado, para encontrar una carrera profesional en línea con lo esperado.
En resumidas cuentas, la clave no está tanto de manera aislada en la titulación ni en el lugar donde realizarla, sino en ambas a la vez, pero con un enfoque claro hacia las oportunidades futuras, para las que puede ser interesante conocer la experiencia de antiguos alumnos o el testimonio y ocupación profesional del claustro de profesores.
El camino hacia el empleo, una correcta orientación profesional y la presencia en clases de una formación práctica y alineada con el mercado actual, proporciona una mayor cantidad de oportunidades para los alumnos. “Incluir en las asignaturas casos reales, retos actuales de grandes empresas, trabajar desde primer curso con profesionales directivos…todo ello hace que nuestros alumnos tengan gran conocimiento de la vida real y el mundo de la empresa, además de generar contactos que les orientan, ayudan e incluso contratan en muchas ocasiones”, tal y como comenta Juan de Lara, Jefe de Orientación Profesional de IEB.
Y es que los estudios universitarios muchas veces se eligen simplemente por el nombre de la titulación, sin entrar en las muchísimas diferencias que podemos encontrar en las formas y métodos de aprendizaje entre unas universidades y otras.
En algunos casos, el profesorado compuesto por profesionales en activo, hace que la metodología sea tremendamente práctica y conectada con las necesidades actuales del mercado, ya que los profesionales forman en aquello que dominan, que tiene mucho que ver con su trabajo diario en el mercado.
Otro aspecto a tener en cuenta es, que a veces los alumnos eligen en segunda o tercera opción, grados con los que quizás no están muy convencidos, lo cual genera futuros cambios de estudios y años que pueden generar cierta desmotivación inicial.
Lo recomendable a la hora de elegir, es tener en cuenta que los Grados son un medio, y no un fin. Mucho más si se trata de Grados universitarios generalistas, como Derecho, ADE o algunas ingenierías, donde se debe analizar y reflexionar sobre el desarrollo profesional, sector o función hacia dónde queremos dirigirnos, más que elegir estudios en base al nombre del Grado o a los conocimientos específicos que proporciona el estudio del Grado en sí mismo.
Es por ello precisamente, por lo que los Grados universitarios pueden luego complementarse con un Máster ya de especialización para facilitar el destino profesional. Instituciones como IEB, simultanean incluso la especialización con el propio Grado, lo cual ayuda a tener oportunidades desde los primeros cursos, dada su estrecha conexión entre los estudios y la función empresarial.
“Simultanear Grado y Máster en tan sólo 4 años, hace que los alumnos vean desde el inicio y de la mano de profesionales del mundo de la empresa, la aplicación práctica de los conocimientos más de base propios de un Grado”, tal y como afirma Joaquín Danvila, Jefe de Desarrollo Digital y Formación Online del IEB.
Y es que Grados universitarios generalistas como Derecho o ADE, pueden convertirse en un vehículo adecuado hacia el empleo si se realizan o complementan, de la mano de profesionales, junto a especialidades como Mercados Financieros, Business Analytics o Relaciones Internacionales., como es el caso de IEB que, impartiendo formación desde hace más de 34 años, consigue año tras año un nivel de empleo imbatible, sobre todo en los primeros años de vida profesional.
El profesorado, un contenido alineado con la demanda laboral, estancias internacionales o formación en las herramientas y tecnología adecuadas, hacen que la elección de un Grado universitario se convierta en una decisión clave para el paso por la universidad, pero sobre todo, para su futuro profesional.
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