Por Sonora Star
La amabilidad es la capacidad de ser amigables, generosos y considerados. Aunque desde pequeños se nos enseña a ser amables con los demás, en medio del estrés diario solemos olvidar este principio básico.
Pero ser amable va más allá de los buenos modales. Estudios han demostrado que ser bondadosos con los demás puede aumentar nuestros niveles de satisfacción.
Los seres humanos somos amables por naturaleza, y aunque olvidemos practicarla, esta cualidad puede reforzarse a través de las siguientes acciones:
Usa tus modales
A veces olvidamos dar las gracias o pedir las cosas por favor, sobre todo cuando nos dirigimos a personas “de confianza”. Pero ya sea que hables con un mesero, cajero, un amigo e incluso una persona extraña, decir “por favor” y “gracias” cambia por completo el tono de tu voz. En lugar de exigir algo, puedes solicitarlo con cortesía, lo que hará más probable que la otra persona quiera ayudarte. Por otra parte, al agradecer logras expresar un comportamiento educado que refleja tu aprecio por el esfuerzo de los demás.
Sonríe
¿Cómo te sientes cuando te sonríen? En la mayoría de los casos, una sonrisa te hace sentir calidez y felicidad, y por consecuencia, sonríes de vuelta. Las sonrisas son sumamente contagiosas, pues a menudo imitamos las expresiones faciales de los demás como una respuesta de nuestro instinto básico.
No importa lo que suceda en tu día, sonreír te hará sentir mejor. Por lo tanto, puedes compartir este sentimiento con los demás, incluso si no los conoces personalmente.
Da abrazos
Así como funciona con las sonrisas, un abrazo amistoso puede alegarle el día a cualquiera. Un buen abrazo levanta el ánimo y hace que los demás se sientan amados y apreciados. Pero, ¿sabías que este simple acto también nos beneficia químicamente? Un buen abrazo es la forma más rápida de hacer que la oxitocina fluya por nuestro cuerpo. Esta sustancia es capaz de calmar nuestro sistema nervioso y estimular emociones positivas.
Ayuda a quienes más lo necesiten
En muchas ocasiones nos hemos topado con personas que se encuentran en una situación desafortunada y requieren de nuestra ayuda. Ya sea con dinero, alguna comida o ropa, siempre es posible brindar una mano amiga para apoyarles en lo que necesiten.
Haz algo amable por alguien que amas
La amabilidad es una una inversión diaria que puede unir aún más las relaciones. Asegúrate de dar de forma libre y autónoma. Algo tan simple como lavar los platos cuando tu pareja o amigo ha tenido un día difícil demuestra que valoras su bienestar y que te preocupas por ellos.