Por Muy Interesante 
Imagen / pexels / Loc Dang
¿Sabías que la naturaleza es mucho más que un recurso económico? Tiene un valor intrínseco que va más allá del mercado y cómo su protección está relacionada con la justicia social.
La relación entre la humanidad y la naturaleza es mucho más estrecha de lo que normalmente pensamos en la cultura occidental, de hecho, es indisoluble. Sucesos como la pérdida o el colapso de la biodiversidad, el cambio climático y la aparición de nuevas enfermedades emergentes se suman a situaciones de injusticia social, ésta última íntimamente relacionada con el resto.
Para abordar estos problemas interconectados es esencial comprender y valorar la naturaleza desde un punto de vista holístico. Esto implica mirar más allá de la mera utilidad económica, relativamente fácil de calcular, puesto que puede expresarse en términos monetarios. Pero el valor intrínseco de la naturaleza, no es posible expresarlo en términos de mercado. Casi desde el nacimiento de la ecología como ciencia, los ecólogos han tratado de cuantificar el valor intrínseco de la naturaleza, con poco éxito, pero no por ello abandonan su empeño.
Según el grupo de investigación liderado por Unai Pascual, de la Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Universitatea (UPV/EHU), el valor de la naturaleza se puede clasificar en cuatro capas: visión global, valores generales, valores específicos e indicadores de valor.
La relación entre la humanidad y la naturaleza es, en realidad, multifacética, y se manifiesta de diversas maneras, en distintas culturas y diferentes contextos: desde perspectivas antropocéntricas que priorizan el interés humano, hasta enfoques más holísticos que asumen la interconexión de todas las formas de vida.
El estudio ha sido publicado en la prestigiosa revista Nature en agosto de 2023.
Bienes naturales y justicia social
La valoración de la naturaleza puede ser una herramienta poderosa para promover la justicia ambiental y social. Esto implica dar voz a diferentes perspectivas y asegurarse de que las decisiones reflejen equitativamente los valores de todas las partes interesadas, incluyendo comunidades indígenas y locales. La justicia también se relaciona con la distribución justa de los beneficios y cargas derivados de la relación con la naturaleza.
La investigación del profesor Pascual destaca la importancia de las herramientas que proporcionen información crucial para la toma de decisiones, especialmente cuando se trata de políticas que buscan mejorar la calidad de vida, proteger los ecosistemas y garantizar la justicia en la distribución de los beneficios. Si conocemos la diversidad de valores y la importancia de la naturaleza, podemos tomar decisiones más informadas y justas.
El artículo también resalta la importancia de abordar las asimetrías de poder en la toma de decisiones que obstaculizan la representación equitativa de los valores de la naturaleza, especialmente a nivel local.
Las políticas y proyectos de desarrollo que priorizan valores de mercado a menudo tienen más poder discursivo y estructural que las partes interesadas locales afectadas negativamente por estas iniciativas.
Por lo tanto, es fundamental abordar estas asimetrías de poder para lograr una representación más equitativa de los valores en juego.
El estudio pone el foco en la necesidad de cambios transformadores para alcanzar un desarrollo justo con una adecuada protección de la biodiversidad. Estos cambios requieren abordar el statu quo y los intereses arraigados estrechamente vinculados a las instituciones actuales, que incluyen normas y reglas legales, así como la asignación de derechos de propiedad sobre la naturaleza.
En la actualidad, la primacía de los valores instrumentales de mercado en muchas decisiones es uno de los principales motores directos, si no el más importante, de la actual crisis mundial de biodiversidad. Para lograr un futuro más justo y sostenible, es imprescindible equilibrar estos valores basados en el mercado con los valores relacionales, intrínsecos y no basados en el mercado que también son parte integral de las razones por las que la naturaleza es importante para las personas. Es decir, es necesario dejar de mercantilizar la naturaleza.
Un camino hacia un futuro más justo
El artículo científico concluye que la transformación requerida implica el reconocimiento y la integración de la diversidad de valores de la naturaleza en la toma de decisiones políticas, económicas y cotidianas que informan la gestión ambiental. Esto también conlleva movilizar y fomentar valores amplios y nuevos patrones y metas sociales para desencadenar cambios en la estructura institucional actual de la sociedad.
Afortunadamente, mediante el uso de una tipología inclusiva de valores de la naturaleza y el extenso conjunto de métodos de valoración existentes, la toma de decisiones puede estar mejor informada para reflejar los diversos valores de la naturaleza. Además, pueden ser activados los puntos de influencia centrados en los valores para lograr resultados tangibles y a diversas escalas.
Para encontrar soluciones a la crisis global de biodiversidad, es fundamental identificar y navegar por los desafíos de la diversidad de valores y los conflictos potenciales asociados. Los investigadores advierten que ignorar la diversidad de valores de la naturaleza en la ciencia y la política supone, ineludiblemente, seguir devaluando la naturaleza, en detrimento de toda la vida en la Tierra. Si realmente se quiere mejorar la situación presente, se debe dejar de medir el bienestar en términos de producto interior bruto, y comenzar a medirlo en términos de bienestar social y ambiental.
La valoración adecuada y respetuosa de la naturaleza es esencial para abordar los desafíos actuales y forjar un camino hacia un futuro más justo y más sostenible.
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