Por HR Press


Imagen: Pexels / RDNE Stock project

¿Qué es la felicidad? ¿Serías capaz de definirla? A nivel general, se define como un estado emocional positivo en el que una persona se siente satisfecha, contenta y plena con su vida.

Una definición muy sencilla, pero que, en la práctica, no resulta tan accesible como parece, ya que intervienen distintos factores que, a veces, no dependen de uno/a mismo/a.

Algunos de estos factores son prácticamente objetivos e iguales para todas las personas, ya que son necesidades básicas para poder vivir. Estas necesidades se han identificado a través de diferentes teorías y enfoques psicológicos y sociológicos, y, aunque pueden variar en función de la cultura y el contexto, se consideran universales. Se trata de:

• Las necesidades fisiológicas, las básicas del cuerpo, como la alimentación, el agua, el descanso y la salud.

• Las necesidades de seguridad, para poder desarrollarnos y ser felices, como la seguridad financiera, la estabilidad laboral, la vivienda segura y la protección de la ley.

• La necesidad de pertenencia y amor, como sentirse conectados y apreciados por otras personas. Esto incluye la necesidad de relaciones significativas, el apoyo emocional y la sensación de pertenencia a una comunidad o grupo.

Pero la felicidad también es una sensación subjetiva, y puede ser experimentada de diferentes maneras por cada individuo. Algunas personas pueden encontrar la felicidad en relaciones interpersonales cercanas, mientras que otras pueden encontrarla en logros profesionales o personales.

Es importante tener en cuenta que la felicidad no es una condición permanente, ya que todos experimentamos altibajos emocionales en la vida. Sin embargo, buscar activamente la felicidad y encontrar maneras de cultivarla puede tener un efecto positivo en nuestra salud y bienestar general.

¿Cómo aumentar la felicidad a través de la salud? Ocho consejos para conseguirlo

1. Mantener una alimentación saludable. Una dieta equilibrada y nutritiva puede mejorar el estado de ánimo y la energía, lo que puede ayudar a sentirse más feliz y motivado.

2. Hacer ejercicio regularmente. El ejercicio físico puede liberar endorfinas, que son hormonas que nos hacen sentir bien y felices. Además, puede mejorar la salud en general y aumentar la confianza en uno mismo.

3. Dormir lo suficiente. Un sueño adecuado puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Así mismo, dormir bien puede mejorar la memoria, la concentración y la toma de decisiones, lo que puede aumentar la sensación de bienestar.

4. Reducir el estrés. El estrés crónico puede ser perjudicial para la salud mental y física. Por ello, en muchas empresas cuentan con wellbeing corporativo para que sus colaboradores cuiden su salud emocional. Practicar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la felicidad.

5. Mantener relaciones sociales saludables. Las relaciones cercanas y significativas pueden aumentar la sensación de bienestar y reducir el riesgo de depresión. Las relaciones sociales pueden ser una fuente importante de apoyo emocional y afectivo, por lo que es fundamental mantenerlas con amigos, familiares y otros seres queridos.

6. Practicar técnicas de relajación. La meditación y el mindfulness, por ejemplo, son técnicas que nos ayudan a estar presentes en el momento y a reducir el estrés y la ansiedad. Estas prácticas pueden ser muy útiles para mejorar nuestra salud mental.

7. Buscar ayuda profesional si es necesario. Si estamos experimentando problemas de salud mental, como ansiedad o depresión, es importante buscar ayuda profesional. Los terapeutas y psicólogos pueden ayudarnos a desarrollar herramientas para manejar mejor nuestras emociones y mejorar nuestra calidad de vida.

8. Cultivar actividades que nos gusten y nos den placer. Es importante reservar tiempo para hacer cosas que nos gusten y que nos den placer, como leer, escuchar música o hacer deportes, entre otras actividades que nos hagan sentir bien y nos relajen.

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