Por Sonora Star 


Imagen / pexels / Polina Zimmerman

Independientemente de si tu objetivo es ser ascendido en la empresa donde trabajas, crear un negocio, tener un estilo de vida saludable o estudiar algo nuevo, evaluar tus metas es una parte fundamental del proceso.

Fijarte objetivos funciona; el problema es que muchas personas suelen olvidarse del esfuerzo que se requiere para alcanzarlas, ya que se establecen metas para después olvidarlas.

Si no monitoreas y evalúas el proceso, difícilmente podrás progresar, pues no estarás consciente del camino que has recorrido. Este es uno de los motivos principales por los que las personas fallan.

Si de verdad te tomas en serio tus objetivos, debes evaluarlos todos los días.

Cuando evalúas tus metas, realizas un seguimiento y las mides, las estás conectando de manera consciente a tu vida. De esta manera, podrás progresar activamente para alcanzarlas.

Por esto, debes hacer que tus objetivos sean medibles, enfocarte en la medida principal y monitorear constantemente tu progreso para saber qué decisiones y ajustes debes hacer.

Como resultado, sabrás dónde te encuentras, cómo llegar ahí y que debes hacer hoy para avanzar. Cuando tienes clara la dirección en que te diriges, nada puede detenerte.

Estos son 4 métricas importantes que te ayudarán a evaluar tus objetivos.
 

1.Haz que tus objetivos sean medibles

Probablemente ya hayas escuchado esto miles de veces. Sin embargo, es necesario hacer énfasis en la importancia de hacer que tus objetivos sean medibles,

Para esto, debes incluir algún tipo de métrica en tus objetivos para poder medirlos. Por ejemplo:

Si tu objetivo es escribir un libro, mide cuántas palabras escribes al día.
Si tu objetivo es perder peso, mide los minutos de ejercicio o las calorías que ingieres al día.
Si tu objetivo es ahorrar, mide cuánto dinero guardas al día.
Si tu objetivo es deshacerte de tus deudas, mide cuánto gastas y cuántos pagas diariamente.
En el mundo de los negocios, quienes miden y observan sus ventas son quienes tienen mayores oportunidades de triunfar.

En el mundo del deporte, los que miden y evalúan su rendimiento son quienes llegan a la cima, pues están conscientes de su progreso.

Es importante que encuentres una manera de medir tu objetivo.
 

2. Establece una fecha límite para tus objetivos

Esta es una métrica que muchos conocen, pero que pocos saben aprovecharla al 100%.

Algunas personas suelen cometer el error de sobreestimar su capacidad y las acciones que pueden lograr, por ejemplo, en un año, y por lo tanto, establecen un plazo de tiempo demasiado corto.

El problema es que, gracias a la motivación inicial, se establece una meta demasiado grande, después se establece un plazo corto para lograrlo, al ser muy poco tiempo, se falla el objetivo y finalmente vienen la frustración y el auto-sabotaje.

Alcanzar tus objetivos dependerá de tus capacidades y de las estrategias que utilices.

La importancia de establecer plazos es que estos te guían. Este no debe ser muy largo pues perderías la necesidad de urgencia para tomar acciones, y tampoco tan corto que exceda tus capacidades.

Este plazo tiene que ser realista y adaptarse al tipo de camino que deseas transitar para llegar a tu destino.
 

3. Encuentra tus ‘medidas de predicción’

De acuerdo con el libro «Las 4 Disciplinas de la Ejecución«, no importa qué meta o logro queremos alcanzar u obtener, hay solamente dos tipos de indicadores: históricos y de predicción.

Las medidas históricas sirven para dar seguimiento a las metas, como pueden ser ingresos, utilidades, etc. Una vez obtenidos los resultados, no hay forma de modificarlos: son historia.

Las medidas de predicción son muy diferentes porque se centran en las acciones de mayor impacto que debes hacer para alcanzar tu meta. Estas miden las nuevas conductas que te ayudarán a que las medidas históricas mejoren.

Por ejemplo:

Medida histórica: Perder 5 kilos
Medida de predicción: Cantidad de ejercicio e ingesta de calorías

Medida histórica: Publicar un libro
Medida de predicción: Cantidad de páginas escritas al día

Como puedes observar, las medidas históricas son la meta que perseguimos, pero no son en sí llamadas a la acción.

Así que, en lugar de concentrarnos en las medidas históricas, debemos trabajar en las medidas de predicción, pues nos motivan y nos permiten actuar para que sean cada vez mejores y se ajusten a nuestro progreso.
 

4. Sigue y mide tus objetivos

De acuerdo con Darren Hardy, autor del libro El Efecto Compuesto, el seguimiento funciona porque brinda un conocimiento inmediato sobre las acciones que realizas en el área de tu vida que deseas mejorar.

Y afirma:

«Todos los atletas profesionales rastrean su rendimiento minuciosamente. Los atletas saben como ajustar su rendimiento en función de lo que han logrado».

No debes complicarte; puedes iniciar tu seguimiento en un área, meta, hábito o comportamiento que deseas mejorar.

Nuevamente, retomando el ejemplo de bajar de peso, si te fijas como objetivo caminar de 3 mil a 5 mil pasos al día durante dos semanas, al darle seguimiento a tu rendimiento después del plazo establecido, podrás evaluar si has logrado la meta. En caso de que sí, esto significa que ya puedes aumentar tu esfuerzo a 7 mil pasos.

Si no, debes evaluar los obstáculos que te impiden lograrlo y realizar los ajustes necesarios.

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