Por Muy Interesante
Desde que Homo sapiens salió de África, no ha parado de expandirse hasta llegar a los lugares más recónditos del planeta. La conexión entre África y Eurasia pudo permitir a nuestros ancestros iniciar la colonización del mundo simplemente andando.
Pero los restos humanos hallados en islas y otras zonas alejadas que tienen el agua por obstáculo despiertan dudas interesantes. Más allá de los cambios climáticos que hicieron variar las líneas costeras de los continentes y permitieron pasar andando por zonas que hoy están bajo agua, cabe preguntarse cuándo fue posible que el ser humano se echase a la mar. ¿Desde cuándo somos capaces de construir vehículos que flotaran para navegar hasta nuevos lugares desconocidos por el ser humano?
Un reto atrevido
Hay que decir que el ser humano tardó mucho en atreverse a navegar. Durante millones de años, desde el primer Homo a los neandertales, hemos vivido sin atrevernos a adentrarnos por esas grandes masas de agua que se perdían en el horizonte. Las especies primitivas se acercaron con frecuencia a los beneficiosos márgenes de los ríos, pero los mares y océanos no fueron explorados hasta la aparición de las especies más modernas.
Esto lo sabemos por los restos que dejaron nuestros antepasados. Concretamente por la basura, los desperdicios de la comida. Estudiando la dieta de nuestros ancestros, las evidencias del consumo de animales marinos no se dan con una clara generalización hasta Homo sapiens. Los neandertales tuvieron contactos con esta fauna, como pudimos comprobar por los restos hallados en Gibraltar, donde dieron buena cuenta de moluscos y focas hace unos 40 000 años.
Sin embargo, esto pudo deberse simplemente a que tenían acceso a estos recursos desde la costa. Pero, hasta donde sabemos, los neandertales jamás salieron de Eurasia, por lo que no parece que se aventuraran a cruzar el Estrecho de Gibraltar ni ninguna otra masa de agua.
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