¿Estás preparando tu currículum para optar a una oferta de empleo y dudas sobre qué aspectos destacar en el mismo? ¿Estás buscando tu primer empleo y careces de experiencia profesional previa? Un apartado que no puede faltar cuando estructures tu CV es el dedicado a tus intereses y actividades extracurriculares. Te contamos por qué y cómo puedes incluirlo.

El personal de recursos humanos recibe cientos de currículums y tiene un tiempo limitado para valorarlo. Por lo general, y tal con afirman algunos estudios como el recogido por Forbes, un reclutador dedica una media de seis segundos para hacer una primera valoración de cada CV. Esto implica que en un primer golpe de vista deben destacarse los puntos principales que hagan tu perfil interesante para la oferta de empleo.

En los perfiles más sénior, será básica la experiencia profesional previa, la formación especializada y el dominio de ciertas herramientas básicas para el desarrollo del trabajo. Pero, ¿qué ocurre si resulta que estas optando a tu primer trabajo y tu trayectoria laboral es nula o muy limitada? En ese caso, su atención irá a la formación y a posibles becas o trabajos en prácticas. Pero no solo eso, hay un punto que resulta diferencial y que será troncal para que recursos humanos determine si pasas o no este primer filtro o no: las actividades extracurriculares que has desarrollado y tus aficiones.


¿Cómo destacar tus actividades extracurriculares en un CV?

Aquellas aficiones y actividades que desarrollas más allá de tu formación o labor profesional dicen mucho de ti. En función de cuáles realices y del aprendizaje que hayas conseguido con ellas estarás relevando mucho de tu personalidad y de tus competencias transversales, básicas para el proceso de adaptación a una empresa y la posibilidad de crecimiento y aportaciones en la misma.

Lo primero es ser consciente de dónde colocar estas actividades en la estructura del CV. Y esto va a depender de tu experiencia profesional. En los casos de que se cuente con una trayectoria extensa, lo habitual es incluirlas en la parte final del documento o directamente obviarlas, excepto si aportan información relevante para el reclutador.

Sin embargo, si eres un perfil junior, es muy posible que la mejor información sobre tu talento se encuentre en esas actividades extracurriculares que has desarrollado en paralelo a tus prácticas o a tu trayectoria formativa. En ese caso, es conveniente que sitúes los elementos que quieras destacar en apartados estratégicos del CV y en los que lo más probable sea que el reclutador centre su atención.

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En el apartado Formación

Junto a tus estudios superiores y, si los tienes, de posgrado, incluye posibles prácticas que completaron tu aprendizaje o algún tipo de logro que consideras que merezca la pena resaltar. ¿Obtuviste algún galardón externo a tu escuela o universidad por algún proyecto que desarrollaste en el transcurso de tu formación? Destácalo. Si has estudiado alguna carrera, máster o bootcamp de carácter tecnológico describe las prácticas más relevantes que hayas realizado y destaca las innovaciones u optimización de procesos que hayas desarrollado en ellas.


En el apartado Experiencia laboral

Esta es la sección en la que debes indicar las becas o prácticas en empresa que has realizado, resaltando aquellas que tienen un vínculo directo con el puesto al que aplicas. Haz una descripción de tu labor, señala las responsabilidades y aprendizajes que has adquirido y apunta logros concretos que ayuden al reclutador a entender tu forma de relacionarte en un entorno laboral.

No obstante, en este apartado tienen cabida también otras experiencias extracurriculares que pueden estar muy vinculadas con el trabajo. Una de las más habituales, que aporta mucho valor en un currículum, es el voluntariado. Indica la organización con la que has colaborado, explica la labor que desarrollaste y señala tus responsabilidades y la manera en que te enfrentaste a ellas. El voluntariado revela competencias como empatía, capacidad de adaptación o trabajo en equipo.


En el apartado Intereses

En un CV también puede haber espacio para tus aficiones, siempre, por supuesto, que tengan relación con el empleo. Practicar deporte en un equipo federado durante un periodo prolongado expresa esfuerzo, compromiso y constancia. Si dedicas buena parte de tu tiempo a la música, a tocar un instrumento, estarán transmitiendo disciplina. Y si tus aficiones te llevan a las artes plásticas, la escritura o la fotografía, revelarás sensibilidad, interés por tu entorno y, sobre todo, creatividad.

En el apartado Competencias

Desarrollar actividades extracurriculares te habrá ayudado a desarrollar soft skills. No dejes de señalarlas. Destaca las competencias en las que posees mayor fortaleza y arguméntalo brevemente describiendo la función que te llevó a mostrarla. Por ejemplo, si en tu época en la universidad presentaste un podcast, señálalo cuando señales tu capacidad comunicación.

Cuando envías un currículum a una empresa estás presentándote a una persona, a un equipo que no sabe nada de ti. Su función es entender qué puedes aportar tú en el puesto de trabajo. Y, además de los conocimientos o experiencia que hayas adquirido, para ello es esencial tu personalidad y las competencias que vas a poder aportar al equipo. Las actividades extracurriculares que has realizado dicen mucho de ti en ese aspecto. Tenlas siempre en cuenta en tu CV, sobre todo si estás comenzando a labrarte una trayectoria profesional.

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