Por Universia


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¿Te has propuesto que tus propósitos de Año Nuevo no pierdan interés nada más empezar febrero? Si logras que tus compromisos se mantengan firmes al cruzar el ecuador del primer mes del año, ya estarás consiguiendo mucho más que la mayoría de personas, que suelen renunciar a sus planes de mejora en torno al 12 de enero (Independent).
 

Muchas veces es la falta de motivación, otras la de medios y, en ocasiones, el problema de fondo es una definición de objetivos demasiado ambiciosos. Las tres cuestiones tienen solución:

1.  Para evitar la falta de motivación, conviene optar por plantearse propósitos de Año Nuevo relevantes y comprometerse con ellos. Por ejemplo, pensar en hacer un curso de inglés, para poder salir a buscar trabajo en el extranjero.

2. La falta de medios puede resolverse en ocasiones, gracias a subvenciones y ayudas. Por ejemplo, si quieres estudiar en otro país, puedes consultar a qué becas podrías optar y aplicar.

3.  Los objetivos demasiado ambiciosos son fruto de la falta de reflexión, la ventaja es que se pueden modular sobre la marcha y, así, por ejemplo, si ves que este año no vas a poder obtener siete matrículas de honor, rebajar el listón a la mitad, y centrarte en el estudio de las asignaturas elegidas.

¿Sabías que “solo el 8 por ciento de las personas hacen realidad sus propósitos de Año Nuevo, mientras que alrededor del 80 por ciento no cumple con sus objetivos”? (USNews)

Cómo cumplir tus propósitos de Año Nuevo

Aunque, tal y como publica un reciente estudio, “aproximadamente el 55 por ciento de los propósitos de Año Nuevo están relacionados con la salud”, este no tiene por qué ser tu caso.

Entre tus objetivos para los próximos doce meses puede estar subir tu nota media académica, mejorar tu currículum vitae, obtener una beca, hacer voluntariado o aprender idiomas.

Tan importante como tener claro lo que deseas lograr es comprometerte con hacer un cambio en tu vida este año. Ese compromiso te ayudará a alcanzar tus metas si además aplicas algunas buenas prácticas, como las siguientes:

1.  Recoge tus propósitos de Año Nuevo por escrito. Ser específico y revisar lo anotado cada día, comprobado el progreso evita que te des por vencido.

2.  Haz públicas tus metas. No hace falta que las anuncies a los cuatro vientos, aunque sí que puedes valerte de las redes sociales para comunicarlo a tus contactos. La mejor opción es comentarlo con las personas más cercanas ya que son ellos quienes te apoyarán en tu esfuerzo.

3.  Busca un aliado. Encuentra a alguien que se haya propuesto una meta similar y formad equipo. De esta forma, cada uno aportará al otro la motivación extra que necesita.

4.  Divide tu objetivo grande en metas más pequeñas. Haz que cada una de sus partes sea más fácilmente alcanzable y, si quieres, puedes ir aumentando la dificultad progresivamente.

Además de estas recomendaciones, te conviene minimizar las tentaciones en la medida de lo posible, apartándote de todo lo que te distraiga de tus objetivos. Ten claro desde el principio que deberás renunciar a cosas que te gustan, para dedicar tu tiempo a lo que realmente vale la pena. También podrías crear rutinas que apoyen tu "nuevo yo", ya que el orden y la estructura te harán más fácil conducir tu inercia hacia los objetivos, en vez de hacia la deserción de los propósitos de Año Nuevo.

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