Por Universia
Pexels / Matheus Bertelli
Hablar en público es un arte que requiere mucha práctica y dedicación. Aunque en nuestros días se habla cada vez más del llamado public speaking, esta disciplina no es nada nueva: el ars oratoria ya se enseñaba en la antigua Roma: “si conoces el asunto, las palabras seguirán”, explicaba Catón el Censor.
Sin embargo, según diversos estudios, enfrentarse a una audiencia es uno de los miedos más extendidos a todos los niveles. Desafortunadamente para aquellas personas que le tienen fobia, la capacidad de hablar en público es una de las principales habilidades a cultivar para alcanzar una posición de liderazgo en cualquier campo, como también recuerda el Foro Económico Mundial.
Además, aprender a hablar en público es esencial también para hacer frente a las necesidades profesionales más simples, desde la presentación de un proyecto hasta un debate entre colegas. Y, por supuesto, es imprescindible para los estudiantes que tengan que presentar un trabajo o en el momento de presentarse a una entrevista de trabajo.
En línea es posible encontrar una extensa variedad de consejos para todas aquellas personas que desean superar el miedo a hablar en público o que simplemente aspiran a mejorar esta habilidad estratégica. Entre otros, he aquí 10 consejos básicos para tener éxito al hablar en público.
Consejos para hablar en público
- Prepárate. Thomas Edison dijo que la genialidad es 1 % inspiración y 99 % transpiración, es decir, sudor y trabajo duro. Por tanto, lo primero que se debe evitar ante un público es abandonarse a la improvisación. Hay dos riesgos: no transmitir el mensaje con eficacia y aburrir. Además, sin la preparación adecuada, responder preguntas rápida y fácilmente podría resultar difícil y hacer que el orador parezca poco profesional.
- Conoce a la audiencia. Saber a quién va dirigido el discurso es una regla fundamental para hablar en público, porque conocer al objetivo se traduce en una conversación capaz de captar inmediatamente su atención e interés.
- Ve al grano. La ansiedad de hablar frente a una audiencia, junto con el deseo de mostrar los conocimientos del orador puede llevar a exponer demasiado contenido a la vez. Para que sea efectiva, la comunicación debe apuntar directamente a la meta y hacer de la síntesis su mejor aliada. Dicho esto, no tengas prisa, no hables rápido para terminar lo antes posible, de hecho, aprende a insertar pausas en tu discurso.
- Habla claro. La imaginación puede resultar muy útil en la fase de preparación del discurso. Fingir que la audiencia esté formada por un amigo o un familiar inexperto sobre el tema del discurso es la mejor forma de aprender a utilizar un lenguaje llano y comprensible. Prescindir de tecnicismos hace que la conversación sea más amena e intuitiva. El mensaje debe ser simple, pero no simplista.
- Comunicación verbal, paraverbal y no verbal. El equilibrio entre la comunicación verbal, paraverbal y no verbal es la base del hablar en público. Por ejemplo, sonreír ayuda a crear una atmósfera positiva que transmite entusiasmo e influye en el estado de ánimo del oyente. Las manos a la vista, por otro lado, comunican apertura y honestidad, mientras que el tono y el volumen de la voz deben variar según el tema que se esté debatiendo.
- Crea un diálogo con la audiencia. Hay dos protagonistas a la hora de hablar en público: el que habla y el que escucha. El orador debe crear un diálogo con la audiencia si no quiere perder su atención. Es importante detectar cualquier signo de aburrimiento o fatiga por parte de los oyentes para cambiar el rumbo y no perder el contacto.
- Di algo sobre ti. Uno de los métodos más efectivos para captar la atención del público es compartir historias personales. Para el locutor, contar episodios de su vida familiar o profesional es una excelente forma de generar empatía, sobre todo si se le añade una pizca de humor, tal vez confesando la ansiedad que le genera hablar en público.
- Elige el look adecuado. La ropa que eliges influye en el resultado de la ponencia y es sinónimo de credibilidad. La vestimenta debe ser adecuada al contexto y sin complementos que distraigan al público. Vístete no según el puesto que ocupas, sino según el que quieres ocupar.
- La regla de 3. Este estratagema se basa en tres pilares: captar la atención, dar tiempo a la audiencia para memorizar el mensaje y elaborar las preguntas, cerrar el discurso con un eslogan que, si se está promocionando un producto (incluso electoral) incite a la acción (call to action). Evita finales bruscos, el público quiere que le acompañes: aclara el guión de tu discurso desde el principio y recuérdalo varias veces durante la exposición como si fuera un mapa. En resumen, dale ritmo a la exposición y crea énfasis alrededor del final.
- Evita el perfeccionismo. Buscar la perfección en cualquier contexto es una fuente de estrés y ansiedad. Algo saldrá mal, eso es seguro: la bombilla del proyector se quemará o las imágenes del power point estarán equivocadas. Prepara bien el discurso, pero una vez en la arena, aprende a lidiar con los imprevistos y no pretendas la perfección. Cuando termines, pide feedback para mejorar.