Por Sonora Star
El café tiene una enorme importancia cultural, principalmente en el occidente donde cada mañana se acompaña con una deliciosa taza de esta popular bebida.
Además de ser consumido por millones de personas en el mundo, el cultivo de café es de suma importancia para las economías del mundo.
Sin embargo, esas millones de tazas de café no dejan de tener consecuencias. El cultivo, procesamiento y transporte de café puede tener repercusiones ambientales a gran escala.
Pero más allá de su producción, la forma en que elegimos preparar y consumir café puede generar desperdicios nocivos para la naturaleza. Afortunadamente, existen algunos pasos que podemos tomar al elegir y consumir café.
Estos son algunos consejos para seguir una rutina de café más sostenible y amigable con nuestro planeta:
1. Elije conscientemente
Al comprar nuestro café, puedes examinar las etiquetas y verificar si la marca que deseas comprar cuenta con certificaciones que permitan saber que los procesos de producción del café siguen regulaciones ambientales.
Ten cuidado con la publicidad engañosa o ‘greenwashing‘, pues muchas empresas buscan confundir a los consumidores al colocar etiquetas como “100% natural” o “café local”, que no representan ningún estándar real.
También puedes optar por café cultivado bajo la sombra, que es un proceso natural en el que las hojas de los árboles aportan nutrientes a la tierra, al mismo tiempo que proporcionan hábitat para la vida silvestre.
2. Reemplaza desechables con reutilizables
Cuando prepares tu café en casa o compres uno para llevar, considera lo siguiente:
Filtros: Los filtros de café son como cualquier producto desechable: requieren energía y recursos para producirse y luego terminan en la basura cuando se desechan.
Los filtros compostables o biodegradables son una solución parcial, ya que reducen el volumen total de desechos.
También existen filtros reutilizables que están hechos de plástico, metal o tela lavable (generalmente lino o algodón). Estos pueden vaciarse y enjuagarse entre cada uso.
Cápsulas: Las máquinas de cappuccino exprés han ganado popularidad en los últimos años. Sin embargo, las cápsulas de café de un solo uso son una fuente importante de contaminantes. Si se alinearan todas las cápsulas arrojadas a la basura, estas darían la vuelta al mundo más de diez veces.
Puedes optar por comprar cápsulas de acero inoxidable para este tipo de cafeteras.
Para utilizarlas solo debes llenarlas de café con molido fino especial y al terminar puedes lavarlas y volverlas a utilizar.
Vasos para llevar: Tan solo en Estados Unidos se desechan más de 58 millones de vasos de papel. Su revestimiento interior de polietileno es costoso de reciclar, por lo que terminan contaminando aún más el planeta. En cambio, puedes comprar una taza duradera y reutilizable para llevar tu café.
Incluso, existen cafeterías que ofrecen descuentos si llevas tu propia taza.
3. Considera el método
Además de elegir alternativas reutilizables para los productos desechables, puedes preparar tu café con métodos que requieren menos energía.
Por ejemplo, una máquina típica de colado de café puede permanecer encendida durante horas para mantener el café caliente, consumiendo energía eléctrica. Las cafeteras grandes también producen mucho más que una sola taza, lo que a menudo termina en desperdicio.
Los métodos de preparación manual requieren mucha menos energía, como las prensas francesas y el café colado en filtro de tela (talega), que evitan los filtros desechables y solo requieren la energía necesaria para hervir el agua.
4. No desperdicies
Una planta de café promedio solo produce alrededor de un kilo de granos por año, por lo que es importante asegurarnos de no desperdiciar el café.
Si tienes una cafetera automática, evita hacer más café que el que planeas tomar. Cuando te sobre café, puedes guardarlo en el refrigerador o congelarlo para hacer bebidas frías.
5. Abona tu jardín
El bagazo de café es rico en nitrógeno y puedes darle una segunda vida mediante el compostaje. Algunos jardineros aconsejan esparcir restos de café (no calientes) sobre el suelo y alrededor de las plantas para abonar nutrientes.
Si te sobra demasiado bagazo, puedes pedir autorización para arrojarlo en parques y jardines de tu colonia para mantener la tierra fértil.
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