Por Sonora Star
En ocasiones parece que no hay mucho que podamos hacer como individuos para ayudar al planeta contra el cambio climático. Es como si nuestras acciones fueran gotas de agua en un enorme balde. Pero según un nuevo estudio, nuestras acciones sí pueden marcar la diferencia.
El estudio encontró que The JUMP —un nuevo movimiento para alentar a las personas a comprometerse a hacer seis cambios en su estilo de vida en los próximos diez años— puede representar una cuarta parte de las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero necesarias para reducir el calentamiento global a 1.5 grados Celsius.
El cofundador de The JUMP, Tom Bailey, informó a The Guardian que el resultado del estudio pone fin al debate de si los ciudadanos comunes tenemos un papel importante en la protección de nuestro planeta.
El estudio, realizado por académicos de la Universidad de Leeds en el Reino Unido, encontró que hay seis cambios de estilo de vida específicos con los que las personas y los gobiernos de países de primer mundo pueden comprometerse y que tienen el potencial de reducir en gran medida el consumo excesivo, que contribuye en gran medida a la crisis climática.
Los cambios de estilo de vida, que The JUMP alienta a las personas a implementar durante uno, tres o seis meses, e incluso mas tiempo, incluyen:
- Llevar una alimentación mayoritariamente vegetal, sin desperdicios y con raciones saludables.
- Comprar no más de tres prendas nuevas al año.
- Realizar como máximo un vuelo de corta distancia cada tres años y un vuelo de larga distancia cada ocho años.
- Conservación de productos eléctricos durante un mínimo de siete años.
- Deshacerse de los vehículos de motor personales o usar el que has usado por más tiempo.
- Hacer al menos un cambio de vida para impactar el sistema en general, como utilizar energía reonvable en tu hogar.
El estudio de los datos concluyó que los seis pasos tienen el potencial de reducir las emisiones globales en un 25 a 27 por ciento.
Ben Smith, líder de análisis y director de cambio climático de la firma de diseño e ingeniería Arup, quienes también participaron en el estudio, dijo que es importante que todos en todas las partes de la sociedad hagan algo, y que la acción individual era una de las formas más simples para comenzar.
“Nuestra investigación muestra que todos nosotros, desde políticos, líderes municipales y empresariales hasta ciudadanos individuales, tenemos roles importantes que desempeñar. Y está claro que hay mucho que podemos hacer como individuos, y que este es una de las formas más fáciles y rápidas para comenzar”, dijo Smith.
La implementación de algunos de los cambios puede ser difícil para las personas que viven en lugares donde el transporte público es inaccesible, por ejemplo, y las alternativas a los vehículos individuales dependerán de los cambios en el sistema general.
Según Bailey, en el pasado se creía que las acciones de los individuos no tenían tanto efecto sobre el cambio climático, como sí lo tienen los gobiernos y las corporaciones, y que el único recurso era pedir colectivamente un cambio sistemático por parte de los gobiernos.
“La investigación deja claro que los gobiernos y el sector privado tienen el papel más importante que desempeñar, pero también queda igualmente claro a partir de nuestro análisis que las personas y las comunidades pueden marcar una gran diferencia”, dijo Bailey.
Participar en el movimiento The JUMP no tiene por qué significar cumplir todos los compromisos a la perfección; simplemente “comenzar” puede tener un efecto significativo, dijo Bailey.
“Esto no es volver a la edad de piedra, es solo encontrar un equilibrio. Menos consumo en los países occidentales relativamente ricos puede significar más creatividad, comedia, conexión… Vivir para ser felices, no para poseer cosas”, concluyó.
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