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Los avances en tecnologías como inteligencia artificial o big data han mostrado que los ordenadores pueden ayudarnos enormemente con la gestión de datos o con el análisis de problemas.  Sin embargo, todavía depende de nosotros hacer preguntas que no tienen respuesta, resolver problemas o tomar decisiones que los ordenadores aún no pueden entender.

Por eso, la habilidad para resolver problemas es clave en todos los sectores profesionales: desde los puestos administrativos hasta los de gerencia o los más especializados. En todos ellos se requiere una actitud fuerte hacia la resolución de conflictos.

Un estudio internacional realizado por iCIMS ha analizado las habilidades personales que más valoran los reclutadores y la capacidad para resolver problemas, con un 62%, ha sido la competencia interpersonal más importante identificada por los encuestados.

Si estás buscando trabajo y te preguntan que demuestres si tienes o no esta habilidad, ¿sabes realmente qué responder? A continuación, te ofrecemos algunos consejos que te pueden servir de ayuda en una entrevista laboral a la hora de enfrentarte a esta pregunta.


Busca historias de éxito profesional

Las historias de éxito profesional suponen momentos decisivos en tu carrera porque fuiste capaz de superar desafíos significativos. Estas historias crean una buena impresión ya que ofrecen al reclutador anécdotas que identifican tu capacidad para gestionar tareas, resolver problemas complejos y proporcionar una solución.

Las anécdotas personales demuestran una capacidad única y singular para resolver una situación compleja ya que otra persona, en la misma situación, probablemente habría reaccionado de otra manera o habría buscado una solución diferente. Cuando cuentas la situación, ilustras cómo la gestionaste, cómo te enfrentaste a algo que te parecía insuperable en ese momento, cómo tomaste la iniciativa y llegaste a un plan por ti mismo para lograr un resultado positivo.


Habla sobre el aprendizaje y los beneficios de la experiencia

Sobre todo, céntrate en el resultado de éxito que tuvo ese momento y en el aprendizaje, a pesar de la dificultad. Además de hablar sobre las estrategias o los planes que pusiste en marcha para resolver los momentos adversos, intenta resaltar los beneficios que obtuviste después de aplicar tus habilidades de resolución de problemas y lo positivo que sacaste de esa experiencia.

Puedes hablar también sobre cómo trabajaste para evitar que se repitiera en el futuro y destacar otras características importantes como tu capacidad para gestionar las emociones o la capacidad de ser resiliente en el trabajo.


Piensa en los valores que te guían

El reclutador puede darte un ejemplo de una hipotética situación difícil que podrías experimentar en el nuevo contexto empresarial. A la hora de responder, tómate el tiempo adecuado para pensar ya que no hay necesidad de dar una respuesta rápida y correcta pues no hay una sola respuesta. Para el reclutador es importante entender qué enfoque utilizas para superar los problemas. Por tanto, piensa en cuáles son los valores que te guían en las circunstancias más difíciles: colaboración, diálogo, flexibilidad, diplomacia, independencia, trabajo con el equipo...

Hacer una reflexión sobre el conjunto de ideas que guían nuestra manera de actuar hará que seamos más conscientes de nosotros mismos. Estos valores son las pautas que sirven de referencia para comportarnos de un modo particular, ejecutar el plan para resolver el conflicto y entender que el resultado no solo me beneficia a mí sino también a las personas de alrededor.

No dudes en hacer preguntas al reclutador para que puedas tener una imagen clara de la situación: esto demuestra que estás interesado en entender el problema antes de resolverlo.


Sé honesto en tu respuesta

Cuando mencionas esta habilidad en tu CV o cuando hablas con el entrevistador, sé honesto con los ejemplos que des y trata de referirte a situaciones reales que hayas experimentado en tus experiencias laborales o de formación pasadas. Por ejemplo, nunca respondas cosas como: “Nunca he tenido ningún problema en el trabajo”. Esto no es creíble y el reclutador puede pensar que, o bien no sabes qué decir o no estás siendo sincero. Si solo recuerdas en ese momento experiencias negativas, habla con claridad y di la verdad pero haciendo hincapié en el aprendizaje que pudiste extraer de ellas.

Intenta sonreír, mirar al entrevistador a los ojos y participar en una conversación bidireccional. Practica la escucha activa, intenta responder a lo que te preguntan y sé preciso en las respuestas para no desviarte en detalles que no aportan demasiado. Los entrevistadores deben estar convencidos de que puedes solucionar los problemas y ayudar a la empresa a alcanzar sus objetivos.

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