Por Emprendices
Más allá del dinero que te pagan, el trabajo te permite lograr otro tipo de beneficios, como el aprendizaje y la experiencia, o acceder al prestigio y al poder.
Sin embargo, si tu trabajo no es inspirador, siempre puedes quedarte con la motivación considerando el dinero y lo bueno que trae para las personas que son importantes para ti.
No hay nada de malo si tu trabajo es solamente una fuente de ingresos; estoy seguro de que millones de personas vivimos parcial o totalmente en esta situación. Pero, un trabajo con sentido de propósito mejora por mucho el rendimiento, la productividad y nos permite ser más innovadores, creativos y felices.
Soy Ángel Rodríguez, creador de talent.energy, la plataforma digital que reúne información para tomar mejores decisiones de carrera. Les comparto algunas ideas sobre cómo desarrollar una buena gestión en su carrera profesional.
Pexels / cottonbro studio
Ser consciente de lo uno realmente quiere y tiene.
Con demasiada frecuencia, la agente asume demasiadas cosas como ciertas, en primer lugar, cree que, si trabaja duro, su carrera profesional será como desea, pero en ocasiones esto no es así, y en segundo lugar no somos capaces de adueñarnos de nuestra propia carrera profesional por lo que tomamos consejos de personas ajenas o bien seguimos la inercia de nuestras decisiones, elegimos los trabajos porque son lo que ofrece el mercado, pero no porque realmente sea donde queremos estar.
La gran pregunta que nos tenemos que hacer es: ¿Qué es lo que quiero? O quizás ¿Qué es lo que no quiero? En ocasiones la vía negativa puede ser una mejor opción a la hora de tomar decisiones profesionales.
Una vez que sabemos o creemos que sabemos lo que estamos buscando, también es bueno conocer como es el trabajo perfecto y así poder reconocerlo si se cruza en nuestro camino. Debemos tener claro que según los expertos, el trabajo perfecto debe suponer un reto intelectual y poseer cierta variabilidad, aunque no demasiado para no estresarnos, pero lo suficiente para no aburrirnos.
También debe generar un impacto positivo en las personas, tampoco pretendemos ser el próximo Premio Nobel de Medicina, pero si es importante que impactemos positivamente a otras personas, ya que somos “animales sociales”. Por último y en mi opinión lo más importante, debe ser un trabajo en el que tengamos cierta autonomía para emprender nuestras ideas sin necesidad de estar toda la jornada de trabajo controlado por nuestro jefe.
Algunos lectores ahora se están dando cuenta de que tienen el trabajo perfecto y no lo sabían, ojalá sea este el caso de la mayoría. Pero enlaza perfecto con la siguiente idea para desarrollar nuestra carrera profesional.
Conocerse a sí mismo.
Es sencillo deducir que, si tu trabajo se ajusta a tus principios, tendrás más probabilidades de sentirte satisfecho profesionalmente. Por tal motivo, la recomendación es que debemos evaluar la correspondencia entre nuestro trabajo y nuestros intereses, talentos y valores.
Tus intereses principales son las actividades que te dan energía y te motivan.
Tus talentos son tus capacidades actuales y también aquellas que quieres desarrollar.
Tus valores son los principios que rigen.
Finalmente, también es importante que tengamos claras nuestras preferencias respecto al lugar de trabajo, es decir, qué tipo de entorno laboral preferimos.
Mientras reflexionamos sobre estas áreas, puede que identifiquemos nuevos aspectos de nuestro trabajo actual o de nuevas responsabilidades y roles que podrían satisfacer nuestras necesidades. O, en el caso más extremo, uno puede optar por reinventarse y cambiar por completo su trayectoria profesional. Esto último es algo que a la mayoría de nosotros nos da mucho miedo, o quizás se llame pereza, pero es importante ser consciente de que es posible y además que cada día se vuelve más necesario. Debemos recordarnos que el cambio es algo natural, si no hubiera evolución no existiría la vida.
En uno de los cursos de Harvard ManageMentor, te preguntaban.
Si ganara la lotería hoy, ¿Qué haría el resto de su vida?
Es una pregunta interesante que puede ayudarnos a responder indirectamente la compleja pregunta ¿Qué me apasiona? Debemos ser conscientes de nuestros intereses, por tanto, debemos pensar que es aquello que más nos emociona, pero también aquello que nos llama la atención, que nos da curiosidad o que nos preocupa. Como todos suponemos, las personas cuyos trabajos coinciden con sus intereses principales tienen mayores probabilidades de ser felices con lo que hacen.
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